Los países más prósperos del mundo también albergan las mayores tasas de depresión, suicidio y adicción a las drogas. Hay personas que no pueden hacer frente a los sentimientos de desesperación y el vacío, incluso cuando sus vidas están llenas de toda clase de abundancia material. Al mismo tiempo, hay otras personas que están contenidas, mientras mantienen sus vidas con un mínimo de necesidades materiales. También hay algunas personas que se desplazan de Europa a la India o en otros lugares del mundo, con la esperanza de suprimir su egoísmo a un nivel inferior y aprender a ser satisfecho con poco.
Cuanto más pequeño es el ego, más fácil es la vida de las personas. Cuanto más se desarrolla una persona, más aumenta el ego, y el todo, más difícil se vuelve. Un nivel altamente desarrollado de egoísmo conduce a las preguntas más urgentes y básicas acerca de la existencia, y estas preguntas exigen respuestas. En todo momento cada persona escoge su propio camino de desarrollo. Una humanidad egoísta en constante desarrollo nos obliga a buscar la respuesta a una pregunta ambigua: ¿Por qué existo?.
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