Apenas suenen las doce campanadas anunciando la muerte de 2013 y el nacimiento de 2014, concéntrate bien e imagina que tienes entre tus manos una esfera transparente, viva, que es el alma de tu planeta, la Tierra, tu sagrada madre. Acaricia esa esfera con el mayor amor posible, con ternura, cariño, agradecimiento, admiración, respeto infinito. Siente su actual dolor, su enfermedad. Desliza tus manos por su superficie invisible, comenzando a limpiarla de todas las escorias que la cubren.
Despójala de la polución de sus aguas, de su suelo, de su cielo. Elimina como pellejos a las acumulaciones de armamentos, a los asesinos legales disfrazados de soldados, a los políticos corruptos, a los dictadores ególatras, a los banqueros ladrones, a los comerciantes envenenadores, a las religiones convertidas en sectas caducas, a los artistas prostituidos, a las multinacionales vampiras, a lo lobbys farmacéuticos sembradores de vacunas inútiles y píldoras promiscuas, a los traficantes bandidos, a los multimillonarios avaros acumulando un dinero abstracto.
Limpia con tus palmas amorosas el hambre, los racismos, las fronteras, las guerras “patrióticas” por el petróleo, el gas, los minerales… Elimina la misoginia implantada por sacerdotes perversos, equilibra el sitio de la mujer en la sociedad…
Cuando sientas que has limpiado la esfera-alma de la Tierra, comienza a darle fertilidad, paz, amor sublime, hasta que sientas que tienes entre tus manos un edén. Danza con esta resplandeciente esfera, a la que sientes latir como un corazón y luego abre una ventana y envíala al exterior para que se una con todas las otras esferas que personas conscientes como tú han lanzado hacia ese sueño llamado “la realidad”.
Alejandro Jodorowsky.
Limpia con tus palmas amorosas el hambre, los racismos, las fronteras, las guerras “patrióticas” por el petróleo, el gas, los minerales… Elimina la misoginia implantada por sacerdotes perversos, equilibra el sitio de la mujer en la sociedad…
Cuando sientas que has limpiado la esfera-alma de la Tierra, comienza a darle fertilidad, paz, amor sublime, hasta que sientas que tienes entre tus manos un edén. Danza con esta resplandeciente esfera, a la que sientes latir como un corazón y luego abre una ventana y envíala al exterior para que se una con todas las otras esferas que personas conscientes como tú han lanzado hacia ese sueño llamado “la realidad”.
Alejandro Jodorowsky.
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